Cuando somos papás, una de las preocupaciones más comunes es si nuestro bebé está cómodo, sobre todo cuando llega la hora de dormir. Es inevitable preguntarnos: ¿tendrá frío? ¿estará bien tapado? Y claro, los bebés no pueden decirnos con palabras lo que sienten, así que nos toca estar muy atentos a las señales que nos dan.
A continuación, te explicaré algunos truquitos para saber si tu peque está pasando frío durante la noche y cómo mantenerlo bien abrigado sin sobrecalentarlo.
1. Toca su nuca o su espalda
Este es el truco de oro. Olvídate de medir la temperatura tocando las manos o los pies del bebé, ya que suelen estar más frescos de lo normal debido a la inmadurez de su sistema circulatorio. La mejor forma de saber si tu bebé tiene frío es tocando su nuca o su espalda. Si notas que están fríos, probablemente necesita un poquito más de abrigo.
2. Observa si está inquieto o se despierta mucho
Un bebé que está pasando frío puede mostrar incomodidad moviéndose más de lo normal o despertándose con frecuencia. Es importante tener en cuenta que, aunque hay muchos factores que pueden hacer que un bebé se despierte, el frío es uno de los más comunes. Si tu peque se despierta mucho en las noches frías, es hora de revisar su abrigo.
3. Labios o mejillas frías
Si notas que los labios o las mejillas del bebé están un poco frías, puede ser una señal de que está pasando frío. Aunque no siempre significa que está congelado, es una buena idea verificar su ropa de dormir y considerar añadir una capa extra, como un saco de dormir para bebés.
4. Está temblando o respira rápido
Otro signo claro de que un bebé tiene frío es si empieza a temblar o a respirar de manera acelerada. Estos son mecanismos que el cuerpo usa para generar calor, lo que nos indica que nuestro pequeño necesita más abrigo rápidamente. Sin embargo, si observas respiración rápida y no estás seguro de si es por el frío, lo mejor es consultar con el pediatra.
5. Qué no hacer: Sobrecargar de ropa
Aquí hay que tener cuidado: abrigar de más a un bebé es tan peligroso como no abrigarlo lo suficiente. No quieras cubrirlo como si estuviera en el Ártico, porque podrías sobrecalentarlo, lo que también es muy riesgoso, especialmente en los primeros meses de vida. Asegúrate de elegir tejidos suaves, transpirables y usar capas que puedas quitar fácilmente.
6. Cómo vestir al bebé para dormir sin pasar frío
Ahora que ya sabes cómo detectar si tu bebé tiene frío, aquí te dejo algunos tips sobre cómo vestirlo para dormir de forma adecuada:
- Capas ligeras: Es mejor usar varias capas finas que una sola muy gruesa. Así, si ves que está incómodo, puedes quitarle una capa sin tener que dejarlo sin abrigo.
- Sacos de dormir: Los sacos de dormir son una opción excelente para evitar que tu bebé se destape durante la noche y mantenerlo a una temperatura constante. Además, vienen en diferentes grosores según la época del año.
7. Controla la temperatura de la habitación
La temperatura ideal de la habitación para un bebé es entre 18 y 22 grados Celsius. Mantener la habitación dentro de este rango puede hacer una gran diferencia. Si tu casa tiende a ser muy fría, puedes usar un calefactor que mantenga la temperatura estable, pero asegúrate de que no esté apuntando directamente al bebé.
8. Usa pijamas adecuados según la temporada
No es lo mismo un pijama de algodón ligero para verano que uno de terciopelo para el invierno. Opta por tejidos naturales como el algodón o lana merino, que son transpirables y mantienen el calor sin sobrecalentar. A medida que las estaciones cambian, ajusta el tipo de ropa de tu bebé para que esté cómodo.
¿Y qué pasa si mi bebé suda mientras duerme?
A veces, podemos sobreabrigar al bebé sin darnos cuenta. Si al tocar su nuca o su espalda notas que está sudoroso, es una señal de que está demasiado abrigado. El sudor nocturno no solo es incómodo, sino que puede causar que el bebé se enfríe aún más cuando el sudor se enfría. Así que, si ves que está sudando, es mejor quitarle una capa o cambiarlo a ropa más ligera.
Saber si un bebé tiene frío mientras duerme puede parecer un reto al principio, pero con estos simples consejos, lograrás mantenerlo a la temperatura ideal. Recuerda que cada bebé es diferente: algunos son más frioleros, otros más calurosos, y con el tiempo aprenderás a identificar qué necesita el tuyo para estar cómodo. Así que, no te preocupes, sigue estos consejos y tu peque dormirá feliz y abrigadito durante toda la noche.
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